Tenía apenas cinco meses de casada cuando pasó a formar parte de los cuatrocientos usuarios que, se estima, abrieron el hipervínculo; ella, sin embargo, es la única que ha hablado abiertamente sobre la experiencia. El resto han permanecido en el anonimato o quizá han muerto. Fue en 2005, cuando apenas cursaba la preparatoria, que smile.jpg atrajo mi atención por mi creciente interés en los fenómenos surgidos en internet; Mary solía ser la víctima que se citaba para darle credibilidad a un fenómeno que también llegó a denominarse como smile.dog.
Lo que más me atraía era el absoluto silencio en internet sobre la cuestión, la gente familiarizada con los rumores y dispuesta a hablar sobre ellos los consideraba apenas un Hoax, pues incluso dedicando algunas horas a la tarea, es imposible encontrar la imagen. Ciertamente, existen muchas fotos manipuladas con la finalidad de hacerse pasar por la original y es eso lo que uno va a encontrar en los primeros intentos con cualquier buscador.
A la imagen original se le atribuyen efectos colaterales muy significativos: ansiedad aguda, delirio y en algunos casos, epilepsia. Creo que ese es el principal motivo de que el archivo sea apenas una sombra, un fantasma que suele mencionarse de vez en cuando. ¿La censura del tópico se apoya en el escepticismo o en el miedo? Ni smile.jpg, ni smile.dog son mencionados en Wikipedia aunque virales más escandalosos como goatse (hello.jpg) o 2girls1cup, cuentan con su propia entrada; así mismo, cualquier intento de subir una contribución referente a smile.jpg, es sistemáticamente eliminada por cualquiera de los múltiples administradores de la enciclopedia en línea.
Al parecer, ya se hablaba de smile.jpg en los remotos tiempos de usenet, e incluso existe una historia muy persistente sobre un hacker que en 2002, inundó los foros de sátira y humor de Something Awful con la imagen, volviendo epilépticos a casi la mitad de su público. Se cuenta también, que para finales de la década de los noventa, una cadena circuló vía eMail con el asunto: “SONRÍE, DIOS TE AMA!”. Sin importar los altos márgenes de exposición que estos eventos supondrían, pocas personas admiten haber tenido contacto con el archivo y hasta ahora, ninguna página o vínculo convincente ha sido descubierto.
Aquellos que claman haber visto smile.jpg, suelen alardear agregando que en el momento en que lo vieron estaban muy ocupados como para guardar una copia en su disco duro. De cualquier modo, las descripciones de las presumibles víctimas suelen tener algunos puntos de coincidencia: un perro (cuando se especifica su raza, un husky siberiano), iluminado por el flash de la cámara en una habitación en penumbras; el único detalle que se distingue en la imagen es una mano que surge desde la penumbra y, usualmente, no parece hacer nada más que “posar” hacia el margen izquierdo.
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Estos episodios -por llamarlos así-, parecen estar relacionados con los diagnósticos de epilepsia y también con la aparición de pesadillas, nítidas y paulatinamente más inquietantes. Después de que la condición empeora, el testigo suele terminar medicado y esto, al menos en algunos casos, suele mitigar el proceso. Supongo que el tratamiento que Mary E. tomaba, no fue parte de esos casos.
Después de regresar de Chicago, me dediqué a enviar mensajes de solicitud a varios grupos de noticias, foros, sitios y listas de correo, esperando encontrar el nombre de algún supuesto testigo de smile.jpg que sintiese la necesidad de dar su testimonio. Pasó demasiado tiempo sin ninguna respuesta y en algún momento, mi curiosidad comenzó a apagarse; me encontraba camino a exámenes finales. Mary me envió un mail, a principios de Marzo de 2008:
Para: jml@****.com
De: enherM@****.net
Asunto: La entrevista del año pasado
Todavía tengo mucha vergüenza por el modo como te traté cuando me visitaste. Espero comprendas que no tuviste nada que ver con esto, fue por mis problemas… Creo que hubiera podido ser más amable y espero que me perdones. Tenía mucho miedo.
Me siento acosada. He vivido así durante 15 años. El perro viene a mí en mis sueños, cada noche. Se que parece mentira, pero es cierto. Hay algo, un color, algo que hace que las pesadillas que tengo no se parezcan a ningún sueño que hubiera tenido antes… Ya no recuerdo tanto los sueños que tuve antes. En mis sueños, nunca me muevo. Nunca hablo. Simplemente estoy mirando la escena de esa foto horrible, veo la mano, veo el perro y el perro habla.
¡Ahora vayan, vayan mis pequeños y busquen al Lassie malvado!
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