miércoles, 29 de octubre de 2014

La pintura de la casa

No los culpo si no me creen, yo tampoco lo creería si me lo cuenta una persona cualquiera con un blog en internet, pero quiero que sepan que estos hechos son totalmente auténticos; bueno, aquí va la historia:

Me llamo Joseph. Mi madre murió hace ya 5 meses, y como su único hijo heredé su casa. Poco después de su funeral me decidí a ir a vaciar la casa para subastar algunas cosas y poder instalarme tranquilamente.

Mientras estaba limpiando el closet de la habitación encontré un cuadro con una casa pintada en él. Era una casa grande y amarilla, con unos 2 pisos de alto. Se podían ver 3 de las 4 ventanas que éste poseía abiertas mostrando a 3 de los integrantes de la familia: una niña pequeña, un hombre robusto y una mujer. Tenía un amplio patio donde un hombre, que supuse era el jardinero, podaba la ligustrina con una cierra eléctrica. Éste detalle me pareció de más, un poco siniestro para un cuadro infantil pero no le di importancia.

Recordé que mi madre me había contado que cuando era pequeña le gustaba pintar y dibujar, y como ella había vivido allí toda su vida, supuse que ella lo había hecho.
No sé si fue un acto de estupidez, o me sentía sensible por todos los recientes sucesos, pero decidí quedarme con el cuadro, acto seguido lo colgué por encima de mi cama.
Esa misma noche salí a tomar algo con mis amigos para despejar un poco la mente, era joven, recién tenía unos 22 años y era fin de semana, por lo que no tenía que preocuparme por faltar a mis estudios universitarios.

Cuando volví estaba un poco tomado, apenas llegué tiré mi celular en el sofá de el living y me metí en la cama sin sacarme la ropa. Sin embargo, cuando entre me pareció ver en el cuadro que el jardinero no estaba, y la ventana que daba a la habitación de la niña estaba cerrada, pensé que probablemente era por los efectos del alcohol, así que me dormí.

Al otro día comprobé que lo que había viso era cierto, comencé a alterarme bastante, y la fuerte jaqueca que me quedó de la noche anterior no ayudaba.

Me levanté de la cama, me lavé la cara, desayuné y me tomé una pastilla para calmar el dolor de cabeza.
Cuando volví a mi cuarto, todo empeoró. La mujer estaba donde antes habitaba la niña, llorando, y en la ventana que mostraba al hombre se veía al jardinero cortando la cabeza a éste. Lo más curioso es que del marco chorreaban gotas de sangre.

Aterrado, busqué un hacha en el garaje y partí el cuadro a la mitad y de este salió una nota, escrita con letra de infante, esta decía lo siguiente:

No resisto más la presión, debo decírselo a alguien, lo que vi en esa tarde. Esa casa siempre me llamó la atención, tan grande, un día no resistí más y decidí pintarla, aunque creo que no lo hice en un buen día. Presencie el asesinato de 3 personas…

Me detuve ahí ¿Tres personas? Me volví  a fijar en el cuadro, y en efecto, la madre desapareció de la imagen. Seguí leyendo:

A quien sea que lea esto, por favor, contacte a la policía. Es un crimen sin resolver y él me está vigilando, cuando haga algo, va a atacarme, sigue todos mis pasos, y ya no sé qué hacer.
_No puede ser –Dije, pues sabía que mi madre había muerto en una cabina telefónica, ese bastardo la había matado. Con un nudo en la garganta investigué en internet y en la fecha que estaba escrita en el cuadro había ocurrido un triple asesinato sin resolver. Desesperado, traté de contactar a la policía, pero sentí algo, algo que me causó un terror absoluto.
Sentí como si alguien… me estuviera mirando.

No Encontre Imagen :(  .

jueves, 23 de octubre de 2014

Dead Bart





“Fox tiene una forma bien extraña para contar los episodios de Los Simpsons. Ellos se negaron a contar unos cuantos de ellos, haciendo que la cantidad total de episodios sea inconsistente. La razón de esto es por un episodio perdido de la primera temporada.
Buscar detalles sobre este episodio perdido es difícil, ninguno de los que trabajaban en ese entonces en Los Simpsons quieren hablar de ello. De lo poco que se ha podido saber, el episodio perdido fue creado totalmente por Matt Groening. Durante la producción de la primera temporada, Matt comenzó a actuar extrañamente. Estaba demasiado intranquilo y parecía nervioso en ese entonces. Mencionarle esto a los que trabajaban en ese entonces los hizo enojarse y prohibirme mencionarle esto a Matt. La primera vez que escuché de esto fue en un evento donde David Silverman estaba hablando. Alguien en el publico le preguntó sobre el episodio, y Silverman simplemente dejó el escenario, haciendo que el evento terminara antes. El número de producción de este episodio era 7G06, y su título era ‘Dead Bart’, pero fue reemplazado mas tarde por el episodio ‘Moaning Lisa’ (para los añones que no saben cual es, es ese donde Lisa toca con ‘Encías Sangrantes’).
Aparte de enojarse a la sola mención de este episodio, los trabajadores de aquel entonces también harían todo lo posible para evitar contactarme con Matt Groening. En un evento de fans, logré seguirlo después de que hablara con el público, y así, tuve la oportunidad de hablar a solas con él afuera del edificio. Él no se molestó en lo absoluto, seguramente porque esperaba encontrarse a la salida con algún ‘fan obsesionado’. Sin embargo, cuando le mencioné sobre el episodio perdido, se puso pálido, y temblaba al borde de las lágrimas. Tomó un trozo de papel, escribió algo en él y me lo dio. Me rogó que nunca mas le mencionara ese episodio de nuevo.


El episodio comenzaba como cualquier otro, pero tenía una calidad de animación muy pobre. Si has visto la animación original de Los Simpsons, notarás que era similar, pero la animación era menos estable. El primer acto era prácticamente normal, pero la forma en la que los personajes actuaban era un poco extraña: Homero se veía enojado, Marge deprimida, Lisa ansiosa y Bart parecía tener un odio total hacia sus padres. 
El episodio era sobre los Simpsons viajando en avión. Casi al final del primer acto, el avión iba saliendo y Bart andaba ocioseando, como era de esperarse. Sin embargo, como el avión iba a casi 50 pies de altura, Bart rompió una ventana del avión y fue succionado.
Al principio de las series, Matt tenía la idea de que todo el mundo de Los Simpsons representara la vida cotidiana, y esa muerte haría las cosas más realistas… esto fue usado en este episodio. La imagen del cuerpo de Bart era apenas reconocible, ellos tomaron total ventaja de que no se pudiera mover e hicieron una imagen casi realista de su cadaver.
El acto 1 termina con una imagen del cuerpo de Bart. Cuando el acto 2 comenzó, Homero, Marge y Lisa estaban sentados en sus sillas, llorando. El llanto seguía y seguía, cada vez siendo más doloroso y sonando más realista y mejor actuado de lo que te podrías imaginar. La animación comenzaba a decaer mientras lloraban, y tu podías escuchar murmullos en el fondo. Los personajes eran apenas distinguibles, se ensanchaban y se ponían mas borrosos, pareciendo como sombras deformadas pintados con colores brillantes aleatorios. Habían rostros mirando por la ventana, pero que solo aparecían en ciertas fracciones de segundo, por lo que no estoy seguro como eran realmente. La familia lloró por todo el acto 2.
El acto 3 comenzaba con un cartel que decía ‘1 año despues’. Homero, Marge y Lisa estaban casi esqueléticos, y seguían sentados en sus sillas. No habían signos de Maggie o de las mascotas.
Ellos decidieron visitar la tumba de Bart. Springfield estaba completamente desierta, y mientras ellos caminaban al cementerio, las casas se volvían más y más decrepitas. Todas se veían abandonadas. Cuando llegaron a la tumba de Bart, su cadáver estaba tirado justo al frente de su tumba, teniendo la misma apariencia que tenía al final de Acto 1.
La familia comenzó a llorar de nuevo. Eventualmente se detuvieron y se limitaron a observar el cuerpo de Bart. La cámara hace acercamiento a la cara de Homero. Según algunas personas, Homero cuenta un chiste en esta parte, pero no es audible en la versión que vi, así que no les puedo decir lo que dijo realmente Homero.
La cámara se empieza a alejar mientras el episodio finaliza. Las lápidas en el fondo tienen los nombres de todas los famosos que visitaron Los Simpsons, incluso aquellos de los que nadie había escuchado en 1989, e incluso algunos que ni siquiera habían estado todavía en el show. Todos ellos tenían sus fechas de fallecimiento. Para las visitas que murieron ahora, como Michael Jackson y George Harrison, las fechas eran de cuando ellos podrían haber muerto. Los créditos eran completamente silenciosos, y parecían escritos a mano. La imagen final era la familia Simpson sentada en el sofá, como en la intro, pero todos dibujados de forma muy realista, al igual que el cuerpo de Bart.
Un pensamiento se me vino a la mente después de ver este episodio por primera vez: podrías intentar usar las lapidas para predecir las muertes de las estrellas que visitaron a Los Simpsons, pero hay algo extraño sobre la mayoría de los que aun no han muerto. Todas sus muertes estaban marcadas para la misma fecha.
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=JPBGnjz9xUI]
Sé que el vídeo no es un vídeo en sí, es sólo el audio, pero en vídeos relacionados aparece un vídeo un poco más realista. También sé que no es precisamente un creepypasta que dé miedo, pero aun así es extraño escuchar acerca de episodios perdidos en series famosas como lo es Los Simpson. Pronto les traeré una sorpresa: estoy trabajando en mis propios relatos y terminaré uno la siguiente semana. Mientras tanto sigan enviando sus “pastas” para que puedan ser publicadas en el sitio. Por ahora me iré a dormir. Ustedes pueden hacer lo mismo, o pueden quedarse viendo las demás historias y no dormir en toda la noche. USTEDES ELIGEN.

miércoles, 22 de octubre de 2014

Arrregui Y Las 19:30

Historia muy Terrible y jodida de encontrar Medisculpo por los mese de ausensia.
Eran las diecinueve y treinta horas y el mucamo corrió presuroso para atender el teléfono.
Es que ya hacia tres días, que no tenía noticias de su patrón el señor Arregui.
Levantó el auricular y se produjo el siguiente dialogo:

< Hola  Rogelio, habla  Juan José.
< Ah… por fin señor. Ya estaba preocupado. ¿Está usted bien?
< Si Rogelio no te preocupes, es que tuve que emprender un viaje inesperado y me ausentaré  no sé  bien por cuanto tiempo.
Todos los días me voy a comunicar con vos para pedirte que hagas algunas cosas que me quedaron pendientes.
Detrás del cuadro que está en mi oficina, escrita en el marco, vas a encontrar la clave de la caja fuerte, allí tendrás suficiente dinero para unos meses.
Podrás disponer de él para las cosas  de la casa, y por supuesto para tu sueldo.
En el Banco Nación que está en la esquina de casa, tengo una caja de seguridad. Las llaves, el número de caja y una credencial que te autoriza abrirla, también las vas a encontrar en la caja fuerte.
Menos mal que hace ya bastante tiempo, se me ocurrió hacerte este poder, por si se presentaba alguna vez una situación como esta.
En la caja de seguridad, hay acciones de distintas empresas importantes, bastante dinero y algo de oro, vas a manejar todo esto según mis instrucciones.
Siempre confié en vos.
Bueno por hoy es bastante y no quiero atolondrarte con mas recomendaciones.
Por ultimo te encargo que les avises a mis amigos, los muchachos del club; que no voy a poder ir más por un tiempo todos los martes y jueves, a jugar tenis como de costumbre.
< Bueno señor,  muchas gracias por su confianza y espero no defraudarlo.
< Mañana te llamo nuevamente.  Chau  Rogelio cuidate y gracias.

Todos los días, a las diecinueve y treinta en punto, Arregui se comunicaba con  Rogelio, para que este le pasara el parte de las novedades del día, y darle las directivas pertinentes a estas.
Nunca mencionaba en donde se encontraba, solo decía que aún no había llegado a destino y que quizás en unos pocos días más…  Es que el camino es muy malo e intrincado…
– Decía Arregui. – ­
Así pasaron seis meses, hasta que Arregui  por fin dijo haber llegado. Pero no dijo donde.
Habiendo ya concluido todos los asuntos pendientes que había dejado en Buenos Aires, con la colaboración de Rogelio, dejó de hacer su llamada diaria de las diecinueve treinta.
El mucamo a estas alturas ya era virtualmente el dueño de casa y hacía y deshacía a su gusto y parecer.
Luego de varias semanas, a las diecinueve treinta en punto suena el teléfono.
Rogelio atendió:
< Hola Rogelio. ¿Cómo estas? >
< Bien señor.  Hacía mucho que no llamaba. ¿Que pasó?>
< Nada. Sólo estuve tratando de conseguir donde instalarme, y me llevó un tiempo.
Allá en Buenos Aires, ya queda poco y nada por hacer, y yo te necesitaría acá con migo que me serías de más ayuda.
¿ Te parece bien si te mando a buscar en un par de semanas? >
< Si señor, como usted diga. Pero… ¿En donde queda el lugar en el que usted está? >
< Mirá Rogelio, no se como explicarte. Pero es lejos, prepárate para un viaje largo.
< Chau Rogelio. Nos vemos pronto. >
< Chau señor. >

El mucamo fue preparando a lo largo de dos semanas su equipaje.
Al finalizar la segunda semana, casualmente enciende el televisor faltando pocos minutos para las diecinueve y treinta.
En el informativo, dan la noticia de un campesino que caminando por la orilla de la ruta, vio en el fondo de un precipicio tapado por unos arbustos, un automóvil  en cuyo interior, se encontraba el cadáver de un hombre en avanzado estado de descomposición.
La noticia capturó la atención de Rogelio, y se paró frente al aparato para escuchar bien de que se trataba.
Mientras mostraban  las imágenes del lugar, el locutor seguía leyendo:

“Fuentes policiales informaron que al parecer, el cuerpo habría estado allí por más de seis meses, y los documentos encontrados en él, pertenecerían a un tal Juan José Arregui importante empresario de Buenos Aires. Quién habría caído al precipicio, por causa de un reventón en uno de los neumáticos del rodado.”

Al escuchar semejante noticia, el mucamo invadido por una mezcla de pánico y estupor, siente una puntada aguda en su pecho, mientras que su corazón late a la velocidad de un caballo descontrolado.
Su respiración se hace cada vez más dificultosa, y tomándose con ambas manos el costado izquierdo, intentando desesperadamente tomar algunas bocanadas de aire cae muerto sobre el sillón que tenía a su espalda, exactamente a las diecinueve y treinta horas.

Tal como le dijo Arregui… Puntualmente en dos semanas lo mandó a buscar.